PERU - El Curioso Escenario Electoral Peruano II (Ricardo Jiménez, PORLALIBRE)

03/02/06 - PORLALIBRE - 23 candidatos/as presidenciales; uno -el del gobierno- acaba de renunciar (con sus respectivos 5 candidatos a vicepresidentes cada uno/a) y alrededor de 1.500 pre candidatos (aún no se cierran las inscripciones) para el Congreso (120 cupos) y, por primera vez, para el Parlamento Andino (5 cupos).

Ciertamente, entre los/as presidenciables sólo algunos pocos parecen tener posibilidades; y esto a pesar que la experiencia de las últimas dos décadas muestran que el escenario electoral presidencial es sumamente volátil, y así lo confirman las última encuestas en que más del 50% afirma que decide su voto en el último mes de campaña, incluso dos tercios en la última semana y aún en el último día. Tal vez por ello, a pesar de rumores y acusaciones de retiro de unas candidaturas a favor de otras, salvo la del maltrecho gobierno todas ellas se sostienen, incluyendo a numerosos/as desconocidos para la mayoría de la población, entre ellos, a modo de ejemplos, un rico excéntrico, rockero y autodeclarado ecologista, y dos pastores evangélicos, antes fujimoristas.

Tristemente para la legitimidad del sistema democrático en el Perú, varias de las peores prácticas políticas parecen atravesar todas o la mayoría de las candidaturas: imágenes de televisión muestran a un candidato (casi sin posibilidades) arrojando desde un carro en marcha paquetes de regalo con un juguete chino barato, la gente corre, se atropella, se pelea por el paquete, una niña de unos 5 años es aplastada en el tumulto y es levantada dolorida y llorando; un hombre mayor le arrebata con violencia un paquete a un niño de unos 8 años que mira impotente y desconsolado a la cámara. El candidato, aludido, responde prepotente y despreciativo que todo está bien.

Candidatos y partidarios venidos de un sector político y ahora fervientes de otro diferente, a veces radicalmente opuesto: fujimoristas renegados que abandonan el barco en varias direcciones; apristas ayer pasados al fujimorismo y ahora vueltos al redil aprista; nacionalistas de última hora venidos de todas partes, o fraccionados en grupos y grupúsculos en que se mezcla la ideología, las ambiciones y odiosidades personales; etc., dan el marco para mezclas de alianzas partidarias que hacen del mapa electoral un laberinto -y a veces un enredo- difícil de descifrar y, en cualquier caso, difícil de generar cualquier confianza política duradera. Para peor, casi todas las candidaturas, en especial aquellas que aparecen con más posibilidades, muestran desvergonzadas y públicas pugnas intestinas por las postulaciones a cargos de congresistas o a parlamentarios andinos, que alcanzan a veces caracteres de jaurías rabiosas enfrentadas a muerte por el botín de los cargos públicos, aún no obtenido. La presencia en varias candidaturas de personajes declarados públicamente en “quiebra”, entre ellos, nada menos que aspirantes a la vicepresidencia del país, refuerza esta imagen generalizada.

A las acusaciones de todo tipo entre candidaturas, todas ellas sin pruebas, calificadas como “guerra sucia” por la prensa, se suman los nombres de numerosos candidatos/as a congresistas, de todos las corrientes (“planchas” o listas), que aparecen a diario en TV como registrados en archivos públicos por procesos judiciales de diversa índole, la mayoría por delitos económicos como corrupción, fraude o robo. La eventual elección como congresista implica la “inmunidad” parlamentaria para todos/as ellos, la cual es retroactiva, es decir, incluye estos procesos iniciados con anterioridad a la elección, muchos de los cuales prescribirían en los 5 años que dura el mandato congresal. Lo mismo ocurre con el nepotismo; la TV muestra innumerables casos en que candidatos/as que ya han ocupado algún cargo público han llevado a numerosos familiares a trabajar en el Estado.

Esta descripción general -combinada con el hecho esencial de que la economía del gobierno Toledo ha sido macro económicamente eficiente, pero concentrando la riqueza y aumentado la desigualdad, con un “chorreo” hacia arriba- puede tal vez arrojar luces sobre la volatilidad del escenario electoral peruano, signado por una clase política que se muestra contumaz en su decadencia y un electorado que, sin suficiente cultura ciudadana y con enorme desconfianza en los discursos políticos “democráticos”, se debate entre la búsqueda riesgosa de una refundación, a través de quien logre presentarse como “diferente” (Ollanta Humala), o la apuesta por un continuismo que, junto con asegurar orden y estabilidad -tan sentidos por muchos peruanos/as después de las traumáticas décadas pasadas de violencia-, promete aún más equidad social (Lourdes Flores).

¿Cómo exactamente encajan en ese escenario los/as principales candidatos presidenciales? Es lo que iremos intentando analizar en las siguientes entregas de estas crónicas.

http://www.porlalibre.org/americalatart51.html