ESTADOS UNIDOS - Ahora surge la “alianza impía”

Las autoridades norteamericanas y la derecha de ese país están empeñadas en reeditar los malos libretos de espionaje de principios de la guerra fría, con tal de sumar opinión pública a cualquier aventura bélica que se les ocurra.

A veces las acusaciones son tan ridículas que sólo se las puede comparar con malas novelas de espionaje donde la realidad no tiene ningún punto de contacto con el relato. Algunas declaraciones hasta provocan risa, aunque no dejan de ser alarmantes por la mentalidad que dejan al descubierto, y más que nada, por las intenciones que ocultan.

Un primer ejemplo de estos disparates son las declaraciones del director de la DEA norteamericana para la región andina, Jay Bergman, que en una entrevista a la agencia Reuter, involucra a Al Qaeda, Hezbollá, Hamas, “y quizás otros”, con las FARC y hasta el gobierno de Venezuela, en una red de narcotráfico que parte de Colombia, vía Africa hacia Europa y vuelta a los Estados Unidos.

El funcionario norteamericano hasta encontró un nombre para esa alianza, muy al estilo religioso del ex presidente George Bush, “alianza impía”, ya que se mezclan desde marxistas a extremistas islámicos.

Sin aportar un solo dato concreto, y sumando puntos para la campaña antivenezolana en el continente, el funcionario de la DEA sostiene que la mayor parte de los vuelos con cocaína destinada a África desde países latinoamericanos proceden sobre todo de Venezuela.

Igual que Bergman, otro ex jefe de la DEA, Michael Braun, agregó color a las acusaciones sosteniendo -quizás había visto la película Casablanca recientemente- que "ellos frecuentan los mismos bares de mala muerte, y los sórdidos burdeles, y se hospedan en los mismos hoteles. Hablan de negocios, comparten lecciones aprendidas, contactos críticos importantes, medios operacionales y métodos", aseguró.

Llama la atención que las autoridades norteamericanas, conociendo los lugares donde se concentran esos agentes de la “alianza impía” no hayan hecho nada para detenerlos, o bombardearlos, reacción muy común de Estados Unidos antes cualquier sospecha o amenaza real o ficticia.

A esto se suma el pronóstico de fin de año de la revista norteamericana “Newsweek”, vocera de la derecha de ese país, donde además de volver a predecir la muerte de Fidel Castro para este año y el debacle del socialismo en la isla, anuncia un golpe de Estado exitoso en Venezuela para derrocar a Hugo Chávez.

Más allá de los deseos de los editores de esa revista, es evidente que se ha desatado una campaña para instalar en la opinión pública norteamericana la justificación de una agresión militar a ese país petrolero.

Desde las declaraciones de los jefes o ex jefes de la DEA, las predicciones de Newsweek, hasta la instalación de bases militares en Colombia, los vuelos de espionaje que parte de Aruba y Curazao, hasta las manifestaciones del Departamento de Estado acusando al gobierno de Venezuela hasta del fracaso de la Cumbre del Cambio Climático, permiten preveer que este será otro año de ofensiva imperialista en la región.

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