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Raül Romeva i Rueda, parlamentario europeo

MÉXICO - Feminicidio: “niveles extraordinarios de impunidad”

Lourdes Godínez Leal, Cimacnoticias

Jueves 30 de octubre de 2008, por CIMAC

29 de octubre de 2008 México, DF - Cimacnoticias - Los “niveles extraordinarios” de impunidad que hay en México para perseguir y castigar los delitos de violencia contra las mujeres y la falta de recursos para hacerle frente, fueron sólo algunas de las motivaciones de Raül Romeva i Rueda, diputado del Parlamento Europeo (PE) para pronunciarse en esta instancia sobre el feminicidio en México y Centroamérica.

Romeva, en visita oficial a México, como parte de la delegación de eurodiputados que asiste a la VII Reunión de la Comisión Parlamentaria Mixta Unión Europea-Estados Unidos Mexicanos en el Senado de la República, donde redefinirán la propuesta de Asociación Estratégica UE-México, el legislador español habló en entrevista exclusiva con Cimacnoticias de su interés en el tema del feminicidio.

— ¿Qué lo motivó para hablar del feminicidio en el PE?

— Parto del principio de que de lo que no se habla y no se ve es como si no existiera, entonces para mí el trabajo fundamental que hemos hecho es visibilizar los feminicidios, que hay causas detrás de ellos, dinámicas, lógicas y aspectos estructurales y coyunturales sobre los que hay que actuar cada uno con su particularidad.

“Lo que me motivó muchísimo a trabajar la cuestión en México es esa contradicción que yo percibía entre la gravedad del problema, la dimensión, la brutalidad que había detrás de estos crímenes y un cierto silencio implícito de que “bueno, es un problema cultural, aquí en México somos así”.

“Aquí es donde dices ‘falla algo’, porque por un lado yo tengo contacto con muchas organizaciones, no paro de recibir denuncias y problemas, y por otro lado no se percibe, no digo que no haya, pero no se perciben reacciones contundentes.

“Entonces mi principal motivación fue esa necesidad de que el tema esté en la agenda mediática, política, de que no nos dé vergüenza ni a mexicanos ni a europeos primero reconocer que hay un problema y que es necesario tomar medidas, que no siempre se están tomando. Lo primero, lo más importante, es visibilizar el conflicto y su dimensión.

“Esto es algo que Marcela Lagarde y de los Ríos, ex legisladora mexicana, hizo de una forma extraordinaria. Diría que uno de sus grandes méritos como diputada fue que consiguió que un tema, considerado como un tema menor, implícito, ella lo convirtió en Ley. Y, vista la dificultad de que este tema se trate de una forma abierta y se sitúe en el debate político, cada vez le tengo más admiración a ella.

“Lo que para mí es el principal problema a la hora de afrontar esas cuestiones es la impunidad, la primera obsesión a la hora de plantear el tema en el PE fue la necesidad de visibilizar una realidad que yo entendía no estaba suficientemente considerada ni por las autoridades mexicanas ni por las europeas.

“Mi obsesión fue no decirle a México o a América Central cómo tenían que hacer las cosas, sino decirles a mis autoridades europeas, porque tengo que exigir cuentas como diputado: ‘¡oigan! y ustedes ¿dónde colocan este tema en la agenda política bilateral con nuestros aliados mexicanos?’.

“Estoy apelando a la Comisión y a los gobiernos europeos a que consideren que este tema es importante en los proyectos de cooperación, en los proyectos del diálogo político, en el marco de la relación bilateral, para que gobierno y Comisión. Pregunten en qué está el tema, en qué pueden ayudar, se esfuercen por ofrecer todo cuanto sea necesario para poder colaborar y pongan el tema en la primera línea del debate político”.

Nada fácil

— ¿Cómo fue el debate en el Parlamento Europeo?

— Creo que hemos conseguido que el PE por primera vez tome un posicionamiento sobre un tema, que no fue nada fácil y en muchas partes del proceso estuvimos a punto de que esto no saliera. Lo interesante del tema es que muchos de los que le pusieron trabas para hacer el trabajo luego me dijeron: bueno, pudiéramos haber ido más allá.

“Me presentaron 400 enmiendas para matizar el texto, y si esto es tan importante, ¿por qué me provocaron tal oposición a muchas de estas cuestiones? Esto es lo que de alguna forma me suscitó una motivación adicional.

— ¿Por qué la reticencia a no reconocer que es violencia de género?

— Es un problema que no sólo es de México, en España recién aprobamos una Ley también sobre violencia de género y el problema era el mismo: en España los mismos que se oponían a la ley utilizaban los mismos argumentos que se utilizan aquí, es una cuestión cultural. ¡Claro, como la cultura es así, pues qué le vamos a hacer, aquí nosotros somos así!

Las culturas son realidades dinámicas. Y no porque en un momento determinado éstas hayan tenido ciertas peculiaridades, eso impide que se pueda cambiar, una cultura se tiene que adaptar a las realidades económicas, sociales de una sociedad.

— ¿Es cuestión de educación?

— La educación es fundamental, sin duda, y es evidente que hay un problema de fondo. Normalmente, me da la impresión de quienes apelan sólo a tomar medidas de prevención y de educación son quienes menos interés tienen en que eso se haga porque reducirlo todo a medidas educativas es asumir que no se puede hacer nada.

“Yo soy de los que parte de que lo central es un cambio cultural y educativo, pero para provocar ese cambio es necesario que haya medidas legislativas, un sistema judicial que funcione, dinero, recursos para implementarlas, que haya voluntad política para que estos cambios funcionen y sobre todo visibilización del problema.

LGAMVLV, voluntad e impunidad

“Hay una cifra que para mí es extraordinariamente significativa —señala el diputado Romeva—, se nos dice que en México solamente entre el uno y tres por ciento de los delitos son castigados. ¡El nivel de impunidad es altísimo en México! y no hablo solamente de vulneraciones por parte de servidores públicos por acción u omisión a alguna falta que sea punible.

“Estoy hablando de la falta de recursos para perseguir ciertos delitos como la cuestión de la violencia contra las mujeres y es algo que me preocupa, porque hay disfunción entre el discurso y la práctica, y esto tampoco es un problema de México, es un problema mundial, una cosa es la ley y otra su implementación.

“En el caso de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una vida libre de violencia fue un hito histórico y ahora se enfrenta a otro hito que es su implementación. Aquí es donde tenemos el problema, porque aquí es donde se demuestra si hay o no hay voluntad política para implementarla.

Lo que me preocupa en estos momentos es que teniendo una buena Ley como la tiene México, vanguardista, como las hay pocas en todo el mundo, la pregunta es ¿cómo las instituciones mexicanas están implementando esta Ley? Ese es uno de los temas centrales de esta visita y eso es lo que yo quiero ver.

Recursos y problema de fondo

— Diputado, ha señalado que se requieren una serie de medidas y recursos para hacerle frente al problema del feminicidio, ¿en qué parte se encuentra México?

— Lo que me ha parecido absolutamente increíble es descubrir que en muchos casos el crimen queda impune por la mala manipulación de las pruebas periciales por parte de la policía. Es evidente que eso requiere recursos, lo que no puede ser es que queden en la impunidad casos flagrantes simplemente porque en su momento se modificó el ADN, porque se contaminó la sangre de un caso determinado, porque las pruebas se perdieron, es algo que a mí me preocupa y que hay que acabar con ello dedicándole recursos.

“Hay un discurso para mí muy peligroso. Es verdad que en estos momentos la lucha contra el narcotráfico es una realidad prioritaria, pero nunca puede serlo contra otra realidad prioritaria que es la evidencia de que en estos momentos la violencia contra las mujeres está a unos niveles extraordinarios en México.

“No sirve de argumento decir que ‘como ahora tenemos que priorizar una cosa, el resto se queda’, creo que aquí hay un error de concepción básico y fundamental. Un segundo problema es que no se va a destinar dinero a esas cuestiones si no se perciben como prioritarias.

“Por ejemplo, en la reunión que tuvimos (ayer) en el Senado de la República, hemos hablado todos de un marco general, la importancia de las relaciones bilaterales, el marco económico, el crecimiento por regiones, alguno ha mencionado en algún momento de forma colateral la importancia de los derechos humanos, pero ninguno ha mencionado el tema de la violencia contra las mujeres como una cuestión de fondo.

“En cambio se ha mencionado el tema de la energía, de la migración —que es importante, no digo no—, pero para mí y para mucha gente la violencia de género y la equidad de género está al mismo nivel que todas estas cuestiones.

“O entendemos que éste no es un tema de segundo orden vinculado solamente al departamento de política social para políticas asistenciales y le damos un protagonismo, o nunca vamos a resolver el problema. ¡Es que estamos hablando de la discriminación de la mitad de la población!, que en muchos casos significa persecución, tortura, asesinatos y violación.

“Para mí no es un tema secundario ni un tema menor y debiera estar en la primera lista al lado del debate energético, del debate de migración, de cualquier tema que se considere importante y éste es el problema de fondo.

“Es frustrante ver cómo siempre es un debate de segunda o tercera división, ‘sí, sí, estamos muy preocupados’, pero nunca he visto un discurso oficial de un presidente de Gobierno o de la Cámara de representantes que incluya el tema, eso es lo que a mí me gustaría ver, porque estamos todavía en un mundo dominado por una mentalidad masculina y machista o masculinizada. La ética de la masculinidad sigue estando en el orden del día y eso es lo que tenemos que empezar a cuestionar.

El problema de fondo ha sido considerar siempre que el tema de las mujeres es un tema secundario, ¡que lo lleven las mujeres! Siempre es un tema de mujeres: ustedes reúnanse y hablen de sus cosas y ya luego nos dirán lo que quieran.

No es así, el tema de la equidad de género no es un tema de mujeres, para mujeres y para discutir entre mujeres nuestros problemas, o es un problema de primer orden político o no se va a resolver, entonces de ahí un poco mi obsesión.

Un altavoz para el feminicidio

— Diputado, ¿considera que se ha convertido en un funcionario incómodo para el gobierno mexicano y el de Chihuahua?

RR.- Yo creo que la palabra incómodo depende de cómo se mencione, porque en el tema del retorno de migrantes soy un aliado, depende del tema que usted mencione, lo que me parece importante es analizar los temas per sé.

— Me refiero al tema del feminicidio

— En el tema del feminicidio yo entiendo que he hecho y dicho cosas que no han gustado a muchas partes, pero quiero decir una cosa: lo que yo he dicho no ha sido porque me lo haya inventado, yo he sido un portavoz, yo no he venido desde Europa a decir cosas, yo me he reunido, he trabajado, he hablado con organizaciones mexicanas que están haciendo un discurso y unos análisis y denuncias concretas y yo simplemente he puesto un altavoz a estas cuestiones.

“He recogido las inquietudes que vienen de México, entonces lo que entiendo es que algunas instituciones pueden leer que desde Europa ‘se viene a…’. No se equivoque, yo no ‘vengo de Europa a…”, he utilizado un marco de relaciones bilaterales en el que muchos temas estamos de acuerdo y en otros hay que poner sobre la mesa algunas cuestiones.

“He recogido las denuncias que me venían de Lydia Cacho, de Nuestras Hijas de Regreso a Casa o de Justicia para Nuestras Hijas, o de Lucha Castro, o de la FIDH, o del Observatorio del Feminicidio o de Marcela Lagarde, yo lo que hago es ver los documentos que hace gente de México, legisladoras mexicanas, investigadoras mexicanas que están haciendo un trabajo.

“Analizo la situación, veo y digo ‘esto es importante’ y actúo en los foros en los que yo tengo un espacio, si esto es ser incómodo para las instituciones el problema es no si lo soy yo, sino por qué no se da suficientemente voz, espacios y medios a todas esas fuentes que, yo creo, son las que hay que potenciar.

“Claro, entiendo que cuando hablo de feminicidio en México, me dicen ‘¡oiga, es que usted nos señala como el peor país del mundo!’, pero yo hablo de este tema en todos lados, en Japón, en el Congo, en la India, para mí no es un problema de México, es un problema mundial.

“Entiendo que a nadie le gusta que le cuenten sus vergüenzas, pero en mi caso yo no hablo como español o como europeo, yo hablo como una persona que trabaja con los derechos humanos, y lo hago en España., en Europa, en México, en el Congo o donde sea…”


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