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CHILE - Carta abierta a Alfredo Jocelyn-Holt, del “colectivo jacobino chavista local”

Héctor Testa y Matías Rojo

Viernes 24 de julio de 2009, puesto en línea por Ariel Zúñiga

"...¿Y que hay de nuestros estudiantes? Evidentemente, si no valieran la pena hace rato que yo no les haría clases. Pero, no es el grueso del estudiantado el problema. Son los que manejan el “patio” y las asambleas de la Toma. A ellos los conozco muy bien. Han sido alumnos e incluso ayudantes en mis cursos. Por cierto, yo también me dejé impresionar en su momento… hasta que vino esta Toma [...]
La pileta de la Facultad de Derecho en Toma, Mayo-Junio 2009
No hay nada más pretencioso que suponer que ellos son los “elegidos” para “corregir” décadas de buena, mala o mediocre administración en la Escuela de Derecho, y además a empujones o mediante otros actos de fuerza. Si fuera por mí les plantaría “tres negras”, es decir, los rajaría porque no han entendido lo esencial del Derecho: que con la Razón nos evitamos tener que recurrir a la violencia. Ellos han preferido lo contrario. Allá ellos. Tarde o temprano nos volveremos a encontrar en la vida y tendrán que explicarse uno a uno, no escudados detrás de masas irreflexivas. Al chavismo jacobino local no cabe más que depreciarlo."
Alfredo Jocelyn-Holt, Revista The Clinic, 11 de Junio de 2009

Estimado Profesor:

Nos hemos tomado unas semanas de pausa para responder a las variadas alusiones y interpelaciones públicas y privadas que Usted nos ha hecho el último tiempo a raíz del conflicto que decantó en la Toma de nuestra Facultad de Derecho. Lo hemos hecho así pues aunque queríamos contestar a la brevedad con nuestras aseveraciones (nuestras verdades, si nos permite), nos tomó tiempo el digerir los porqués de tanta animadversión y tensionamiento contra nosotros. Lo decimos en serio, fraternalmente, sin ánimo de seguir la bola de nieve de desconfianzas y descalificaciones a las que, creemos, podríamos habernos sentido invitados con sus afirmaciones. Al contrario, esta Carta Abierta pretende debatir públicamente y plantear algunas ideas nuestras, de cara a todas y todos los que han seguido las polémicas que ha levantado la reciente movilización estudiantil en nuestra Facultad. Pues aquí le vamos.

Primero que todo, la cuestión sobre el desde dónde hablamos. Nos interpela por nuestra supuesta indefinición y ambigüedad, y el no tener conocimiento de manifiesto alguno dónde enterarse de nuestro ideario y práctica política. En verdad, nos extrañan tales afirmaciones. Como buen historiador, debiera ser comprensible que los procesos de elaboración de un ideario político no son cortos, y que a estas alturas de la historia es comprensible distanciarse de los grandes constructos predeterminados y grandilocuentes que quizás antes eran de más fácil acogida y aceptación. Sí, nos sentimos parte de las muchas experiencias históricas que han intentado empujar el rumbo de la humanidad hacia un futuro más libre y promovedor del bienestar y la felicidad de las mayorías, pero no creemos en que tal cosa sea un monopolio de "la izquierda", y menos aún, que debamos replicar y sentirnos parte de la larga historia de errores (y también horrores, lamentablemente) que la han entrabado en sus supuestos objetivos, en todas sus variantes.

¿Es muy difícil comprender eso? creemos que no. Sí, nos sentimos parte de variados intentos de reinvención de la política y de las formas de transformar la realidad que vivimos críticamente, y a eso le hemos llamado "autonomismo", siguiendo a algunos movimientos y propuestas intelectuales surgidos de las experiencias políticas y sociales de los últimos tiempos que han puesto con la idea de Autonomía una bandera en la cual afirmarnos. Los manifiestos, las propuestas teóricas, y las mismas experiencias de organización política y social afines a este ideario están ahí, existen, se desarrollan, y crecen en Chile, el continente y el mundo, bajo distintos nombres, movimientos, redes y espacios, para quien quiera prestarles atención y verlas desprejuiciadamente.

Pero bajemos a lo más concreto y local, al "colectivo chavista jacobino" de la Facultad de Derecho. El nuestro es un grupo humano que ha crecido en ya varias generaciones de estudiantes de Derecho, desde el año 2002. Surgimos en la Toma de ese año, precisamente, en posición crítica con las formas de construir política de lo que llamamos "izquierda tradicional" que lideraba el mapa político universitario en la Chile y gran parte de las universidades del país. Es decir, una izquierda iluminista, cupular, poco democrática, instrumentalizadora, y en último término, conservadora. Si eso creíamos de ella, sobran las palabras para el resto de las juventudes políticas de los partidos "grandes" a nivel nacional. Ahí, como le ha ocurrido a tantas generaciones y espacios sociales de dirigentes y activantes políticos, nos hizo sentido el comenzar un camino de elaboración poco a poco de una nueva política, que hemos llamado autonomista pero que en muchos otras partes lleva otros nombres (si es que los lleva), que se parara desde otro lado, que hiciera las cosas de distinta forma, que tuviera en mente otros horizontes cuando de hacer la revolución se trata. Una parte importante del estudiantado comenzó a sentirse expresado por el colectivo de Estudiantes Autónomos, y en ese camino de maduración y crecimiento claro que nos entroncamos con otros espacios, movimientos, organizaciones, hasta un punto tal que este sentido común crítico desbordó y superó dicho colectivo. Y hoy se encuentra creciendo desde muchos lados, y nos hemos ido convirtiendo en una cada vez más potente red, intercomunicada y actuante, que intenta abrirse paso en Chile entre los múltiples cercos que lo impiden: la cerrazón institucional, la falta de recursos, el monopolio mediático.

Pero las aseveraciones aparecidas en sus columnas parecieran hacer entender que somos una gran máquina organizacional presente en todos lados, jerarquizada, monolítica, donde algunos, los "instrumentalizadores", los que "están detrás", son los que deciden y dirigen, y otros, los "instrumentalizados", obedecen y son arrastrados por los primeros. Eso es simplemente no querer comprender lo que somos y no somos, y traducir todo fenómeno nuevo a los parámetros y formas de lo viejo o lo conocido: nosotros no creemos en la eterna repetición de lo mismo de siempre, creemos en que la historia avanza, no sabemos para dónde, tampoco sentimos que tenemos una receta indiscutible que aplicar para todo y para siempre, sólo somos de los que intentan construir posibilidades y tendencias que aporten en un mundo mejor del que nos ha tocado vivir, y ahí nos construimos en diversos sujetos colectivos, con distintas tendencias, espacios de acción, y hasta posiciones políticas diferentes. Lo nuestro es una diversidad organizada, un movimiento en red, una red de redes en construcción siempre en movimiento. Nos convoca el hacer política en esa dinámica, para hacer una revolución de la política, una revolución que haga posible la revolución. Y creemos que son necesarias transformaciones radicales por el punto de crisis al que la Humanidad ha llegado (de nuevo las letras grandes nos interpretan), y por eso nos sentimos revolucionarios.

Que intentamos actuar horizontalmente y creemos en el poder de los espacios locales y las asambleas para ser deliberantes y autónomos, por supuesto. Que podemos dialogar, interactuar, y hacer política con espacios distintos y más amplios que los de "la izquierda", o los que se consideran a sí mismos como revolucionarios, también: lo nuestro no es el espíritu sectario, surgimos desde la diversidad y nos movemos en ella, simplemente por que de ahí somos, de un mundo donde caben todos los mundos. Pero de ahí a que eso implique ser "oportunistas", "ambiguos", "nihilistas", y "totalitarios", nos parece un salto lógico que sus columnas no exponen claramente. Haciendo ejercicio de nuestro derecho a réplica (sí, intentamos ser "infatigables", aunque seguro que no siempre lo logramos), con gusto entraremos en el terreno de debate ideológico al que nos llaman sus palabras.

Nos movemos en un espectro político y social muy diverso, y no partimos de grandes consensos o ideas predeterminadas: lo nuestro es la construcción "en caliente", una teoría forjada en la acción, en las experiencias y organizaciones que logramos llevar adelante y en las que con atención vemos desarrollarse en tantos otros lugares del mundo y nuestra América. Pero sí compartimos la idea de que sólo inventando nuevas dinámicas y formas de "lo político", es que hacemos sentido en la realidad actual y en las mayorías del presente, y que la misma configuración de la sociedad actual nos exige ese desafío. En resumen (y creemos que eso Usted lo sabe, pero valga aqui la explicación para otros lectores) creemos que el capitalismo reciente, avanzado, o neoliberal (llámese como se le llame), barrió con las antiguas estructuras y espacios de "lo público" y "lo social", y tal desarrollo fue el que construyó otro escenario en el que las izquierdas, y más en general, las revoluciones del siglo XX, simplemente fracasaron o fueron derrotadas históricamente. Pero no sólo eso: las mismas propuestas del liberalismo clásico, que tenían mucho de avanzadas y progresivas en su tiempo, quedaron descontextualizadas, desfasadas, sin sustancia, con las transformaciones y fuerzas que el capitalismo desató hace ya mucho tiempo. El último rato, surgieron las "democracias de baja intensidad", una esfera pública cada vez más privatizada y monopolizada por la industria mediática, y una institucionalidad política progresivamente abandonada por la mayor parte de la ciudadanía.

En Chile, como en tantas otras partes, tal proceso fue acompañado, además, por una instalación sistemática y muy hegemónica del neoliberalismo como doctrina y programa político "único" desde la dictadura hasta nuestros días. Y nosotros, como muchos más, somos herederos y resultados de todo eso, nada más ni nada menos. Nos sentimos parte de la Historia (sí, con letras grandes), y tenemos la firme convicción en que nuestras generaciones tendremos un rol central en la refundación de la política en Chile los próximos años, y todo esto que hemos hecho es parte del "ensayo y error" que nos hace avanzar hacia eso. Pensándolo así, ¿es muy anormal el que hayamos y mantengamos relaciones cercanas con la generación de los pingüinos que decantó en la movilización del 2006? ¿hemos ocultado alguna vez nuestras pretensiones de aportar en construir un nuevo actor político en el país, que sea pronto mayoría y gobierno? ¿hay algún pecado en eso? Creemos que no.

¿Jacobinos? Quizás. Si de apropiarse de la Historia Universal, claro, lo somos, si nos hubieran puesto en 1789, seguro habríamos estado ahí en la Toma de la Bastilla y las asambleas de los sans-cullotes y demases, aunque también pensamos que la revolución es más bien un proceso de transformaciones y tendencias libertarias y no un "asalto al poder" ni un conjunto de revueltas, y su riqueza y capacidad creativa es más importante que aquello y a quienes es capaz de derrocar, y en eso la revolución francesa y la burguesía liberal que la terminó conduciendo, quedan hasta hoy en deuda: más de 200 años han pasado, y la verdad, muchas de esas consignas y propuestas siguen irrealizadas, y por tanto vigentes para los que queremos hacer posible lo que hasta hoy no lo es. Así que no tenemos problemas con eso.

¿Chavistas? Claro, nos sentimos parte de una muy variada corriente de movimientos, organizaciones, y gobiernos, que intenta construir una nueva era en la América del Sur, y no nos arrancamos ante tal apelativo, aunque lamentablemente, oculta las profundas transformaciones y la radical democratización que se intenta llevar a cabo en Venezuela y tantos otros lugares de nuestra Patria Grande, y se centra excesivamente en una persona, que por muy importante que sea, no amerita la verdadera satanización y tergiversación que se le hace desde los aparatos mediáticos de las derechas y oligarquías de Chile y el continente. Tampoco reemplazamos viejos por nuevos dogmas: sabemos las falencias, la corrupción, el burocratismo y el desgaste de un gobierno como el bolivariano, pero no dudamos en ponerlo como una experiencia política de las más avanzadas en el mundo en cuanto a democracia y socialización del poder. Para quien quiera verlo, ahí hay un gobierno sustentado por multitudes actuantes y politizadas, que empujaron una Asamblea Constituyente y una nueva Constitución democrática y democratizante en su formación y contenidos, que ha mejorado sustancialmente la calidad de vida de las mayorías con sus programas y políticas públicas, que ha ganado más elecciones que ningún otro gobierno en el mundo en los últimos 10 años, y que ha impulsado una política exterior revolucionaria a nivel continental y mundial.

Quizás eso último asuste a muchas y muchos, como ha quedado claro tras los últimos acontecimientos en Honduras. Ese es un verdadero "golpismo", la de una violencia que atopella la razón y la posibilidad de deliberar y construir colectivamente el Derecho, o no? Pero lamentablemente, no ha tenido la misma resonancia en sus artículos... al parecer, arreglar cuentas con los enemigos internos de la Facultad era más importante. En fin. Nosotros seguiremos en lo nuestro, nos convoca una labor colectiva que no pasa por una Toma, ni una "disputa entre bandos" de académicos, y menos aún, de esa "voracidad de poder" que pareciera achacarnos.
Facultad de Derecho en Toma
abajo, en el río, el campamento provisorio del movimiento de deudores habitacionales, ANDHA.
Las movilizaciones estudiantiles seguirán existiendo con o sin nosotros, y la movilización social seguirá surgiendo ahí donde el Derecho existente sea más antidemocracia y violencia que paz, democracia y justicia social. Eso sí, todo eso de la reinvención de la política, la construcción de sociedades más justas y libres e individuos más autoconscientes y genuinamente politizados, siguen y seguirán siendo nuestras prioridades como sujetos, como individuos y colectivos, y continuaremos dedicándole la misma voluntad y trabajo que hasta ahora. Anhelamos que, mas temprano que tarde, retomemos la conversación sobre esos temas. ¿O el diálogo desde la diferencia no era un elemento de lo "liberal"?

Atentamente,

Héctor Testa, (¿ex?)ayudante de Historia Institucional, miembro de Equipo de Coordinación del Movimiento Surda.

Matías Rojo, (¿ex?)ayudante de Historia Institucional, Movimiento Surda Universidad de Chile.


Los artículos del Profesor e Historiador Alfredo Jocelyn-Holt que dieron lugar a esta respuesta pública, están recopilados aquí, en el blog El leguleyo impertinente.

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