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CHILE - “Se viene una pelea fuerte por cambiar el sistema político”, Entrevista con el líder estudiantil Francisco Figueroa
Rocío Alorda, Noticias Aliadas
Miércoles 5 de octubre de 2011, puesto en línea por
29 de septiembre de 2011 - Noticias Aliadas – Desde mediados de junio, los estudiantes universitarios y secundarios chilenos han protagonizado tomas de colegios y universidades, paros y marchas que han contado con la adhesión de miles de personas, demandando profundas reformas al sistema educativo. Una generación de jóvenes dirigentes y bases organizadas han instalado el tema de la educación gratuita y de calidad en el centro del debate nacional.
Rocío Alorda, corresponsal de Noticias Aliadas, conversó con Francisco Figueroa, estudiante de Periodismo y vicepresidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH), uno de los pilares de la Confederación de Estudiantes de Chile (CONFECH), organismo que ha estado al frente de las negociaciones con los representantes del Gobierno del Presidente Sebastián Piñera para poner fin al lucro en la educación.
¿Por qué cree que este movimiento ha sido histórico?
Ha sido histórico porque está proponiendo y haciendo cosas que fueron impensables durante los últimos 20 años y que ha logrado una amplitud social enorme. El dato político que nos permite decir esto es que el movimiento [estudiantil] le puso fin a las condiciones sociales de posibilidad de la “transición” [a la democracia iniciada en 1990]. O sea, la “transición” fue posible porque una parte del pueblo confiaba en la Concertación [coalición centroizquierdista que gobernó entre 1990 y el 2010] y en la derecha. Hoy esa legitimidad de la clase política no existe y existe una legitimidad tremenda a nuevos actores sociales que están ingresando a la arena política. Entonces es histórico porque es el cierre de un ciclo político.
¿Entonces estamos frente a un nuevo periodo?
Sí, un nuevo periodo que no sabemos aún quién lo va a conducir o quién lo va a ordenar. Pero que se abrió, se abrió.
Hoy el escenario político está muy flexible y pueden ocurrir hechos antes no proyectados ¿Cuáles serían los avances logrados por el movimiento estudiantil?
Concretamente pienso en dos dimensiones. Lo primero es que se han instalado temas y juicios de valor sobre esos temas de modo impensado. Por ejemplo, hoy el lucro a la educación está cuestionado profundamente, algo que antes era imposible de sugerir. Está muy posesionada la idea de fortalecer la educación pública, algo que se instaló como necesidad. Además se instaló un diagnóstico crítico sobre la educación. Nadie puede decir que la educación en Chile no está en crisis y que no contribuye a la desigualdad, y los actores políticos han tenido que reordenarse en función de ese planteamiento.
En segundo lugar, este movimiento ha logrado que el gobierno se comprometa con la derogación de decretos de ley que impedían la organización estudiantil en instituciones de la educación superior creadas posteriormente al año 1980.
Se han conseguido avances en temas de ayuda estudiantil y si bien todavía no hay un documento firmado (por el gobierno), el próximo año los estudiantes van a tener mejores condiciones. Se ha avanzado muchísimo en organización estudiantil, han florecido una serie de organizaciones estudiantiles en partes en donde no se habían visto y se ha profundizado la calidad del debate en las comunidades universitarias.
¿Habrá gratuidad alguna vez en la educación en Chile?
Yo creo que sí, porque soy optimista de que logremos el gobierno alguna vez los nuevos movimientos sociales, a la izquierda. Yo creo que de tener la fuerza social que se requiere, vamos a impulsar esa reforma. Eso quizás no suceda mañana o en cinco años, pero yo creo que va a suceder.
¿La movilización estudiantil ha permitido visibilizar una crisis de la democracia chilena?
Sí, completamente, porque se instaló no solamente la crisis de la educación sino que también la crisis y la insuficiencia de esta democracia para procesar los conflictos sociales, para resolver las aspiraciones sociales. Hoy queda en evidencia que el techo que nos pone esta democracia nos queda muy bajo y ya no aguanta más.
¿Cuál sería el detonante que permitió visibilizar la crisis de la educación?
Buena pregunta. Se dijo durante mucho tiempo que esta juventud no estaba ni ahí [expresión chilena usada por los jóvenes que significa falta de interés] y que había puro individualismo. Esto echa por tierra todas esas teorías. Yo creo que los estudiantes ven la crisis a diario en sus colegios, en sus universidades, se dan cuenta allí del autoritarismo. Ven en los medios de comunicación las paradojas de los políticos que no tienen argumentos ni apoyo de la gente pero que tienen tanto poder. Como lo ven día a día en sus colegios, en sus familias, en las universidades, todo eso les hace “clic” y se juntan y dicen: “Durante años nos dijeron que estábamos en un país desarrollado y no era así”.
Se ha dicho que es una generación sin miedo
Sí, a diferencia de las anteriores generaciones que estuvieron limitadas por lo que fue su experiencia con la dictadura, en que discrepar con los partidos, con el gobierno, era sinónimo de muerte muchas veces, esta generación no tiene esos temores. Entonces es una ventaja considerable.
Actualmente hay diversas perspectivas de salida del conflicto. ¿Cuáles son esas vías?
Nosotros, como FECH, levantamos la necesidad de que los grandes disensos que hay entre el gobierno y los estudiantes se resuelvan por la vía de un plebiscito [sobre el tipo de educación que la ciudadanía quiere para Chile]. No sabemos muy bien cómo se integra a la estrategia del movimiento, porque van cambiando los escenarios semana a semana, pero creemos que no es posible que posiciones que tienen demostrada mayoría social no se implementen. Cuando la gente masivamente apoya el fin del lucro, o la gente por sobre el 70% apoya nuestras demandas y que eso no se implementa, es sinónimo de que no estamos en democracia. Por eso es que creemos que el plebiscito tiene que empezar a ser un instrumento.
¿Existe proyección de estas nuevas generaciones políticas en los espacios tradicionales?
Yo creo que no va a ser algo fácil porque la mayoría de los estudiantes no militamos en partidos políticos legales que tengan posibilidades de ir a elecciones. Así que la proyección política de esta generación depende también de que existan las condiciones institucionales que lo permitan. Creo que se viene una pelea fuerte por cambiar el sistema político y en eso nos vamos a enfrentar a la resistencia de la Concertación y de la derecha. Se viene en ese sentido una pelea fuerte porque es una generación con harto apoyo social pero con resistencia de la clase política, así que quizás se generen nuevos conflictos por este tema.